martes, 14 de septiembre de 2010

Él

- Siempre es la misma situación cuando vamos a salir, que “la pollera es muy corta, estoy gorda,  estoy muy maquillada, ¡que va a pensar la gente!”, etc., etc. Siempre pensando que hace el ridículo, aunque yo jamás lo pensé… y creo que nadie lo ha hecho nunca.
Ya es muy tarde, la espero cinco minutos más y me voy ¡tanto puede tardar en arreglarse! Mejor escucha música para pasar el tiempo.
¡Por fin llegas! Ya me estaba por ir. No te disculpes, deja, mejor vamos. ¿Por qué tenés que volver temprano? No te dejo ir nada. Te quiero.
Me voy a comprar algo, ¿queres que compre algo para vos? Está bien, te compro lo que yo creo que te gusta.


Apenas sale del auto se da cuenta que ha olvidado la billetera y regresa, y le pide a ella que busque algo de música, la que más le gusta, para escuchar en el camino. Todavía faltan muchas horas de ruta para llegar a destino. Mientras ella busca un CD encuentra el celular de Julián, le da intriga, se asusta, le tiemblan las piernas, siente miedo pero nadie la detiene en la lectura de los mensajes.


- ¿Qué pasa ahora? ¿Por qué me miras así? Dale, pone música, te compre lo que te gusta.
No me tires las cosas. ¡Te puedo explicar todo! No me hagas bajar a buscarte porque sabes muy bien que no soy de esa clase de hombres.
Si te vas no vuelvas nunca. ¡Escucha Ángela! No es lo que vos pensas. Créeme por favor… ¡no! No salgo con nadie más, solo te veo a vos, te lo juro.
¡No me digas turro! ¡Entendiste mal las cosas! Y ¿Por qué tenes que tocar mi celular?
Pero bueno, ¡loca! Andate y seguí gritando…a mi no me llames más.
¡Maldición! Si hubiese dejado que le explique iba a comprender que mi madre me dice “cariño”, y que Daniel es mi compañero de equipo cuando jugamos a la pelota.

Ella

-Tengo que cambiarme el jeans, éste no me queda bien. Estoy gorda.
Hace tanto que no veo a Julián que este viaje tiene que ser el mas encantador. Por las dudas no uso una pollera muy corta sino podrían pensar cualquier cosa, y más si me pasa a buscar por una esquina…
Siento olor a papas fritas en todo el cabello… no tendría que haberme bañado antes de cocinar, pero bue… ya esta. Hora de salir. Chau a todos, vuelvo mas tarde.
Hola Julián, mil disculpas por la demora, la verdad no quería hacerte esperar tanto. No fue mi intención…pero… ok. Dejo las explicaciones. ¿Cómo estas?
Si queres ir a comprar, anda, yo te espero aquí. No quiero que me traigas nada, deja. Gracias.
¿Qué paso? Ahh… ¡te olvidaste la billetera!
Voy buscando algo de música. ¿Trajiste el Cd que te dije? Ok. Lo busco ahora…



La mirada de Ángela hace una inspección en unos minutos, pero no localiza al CD, pero ve algo que la intriga más… descubre el celular de de él. Intrigada se siente muy atrevida al tomarlo entre sus manos pero igual lo hace, lo ve tan desprotegido, sólo, abandonado, huérfano, y decide leerlo.



- ¿Qué onda Julián? ¿Con quien más salís? ¿Quién es esa Dani que te escribe “te veo el martes a los 8 dónde siempre”? ¡Nunca pensé que jugabas así conmigo! Te desconozco. No me hables. Quedate con esa que te dice “cariño” y se llama Susana. Anda a comer a su casa dónde siempre te espera.
¡No me expliques nada! ¡Me tenés harta! ¡Sos el peor tipo que conocí!
Y ni se te ocurra buscarme. Y me bajo aquí, ya mismo.
Me importa un carajo todo lo que decís ¡Sos un turro!
Y no me hagas hacer más escándalos.
Chau.