Hoy es domingo, y la lluvia me sabe
a beso indiferente…
Las luces de las calles me recuerdan
que un estoy en un abismo:
Perdido en lugares extraños
sonriendo nuevos desafíos,
Con monstruos que quieren roer mi alma,
y espadas grises con doble filo.
Más allá, el viento mueve las nubes…
El tráfico, los bares, los sentimientos,
van encontrando su lugar en algún horizonte…
Y la vida toma otro rumbo metiéndome en su bolsillo.
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