domingo, 4 de septiembre de 2011
La medida perfecta del olvido
Dos personas sentadas al borde de sus camas. Una no llama a la otra, pero ambos esperan el llamado. Una se levanta y sale a buscarlo, la otra también. Ambas personas toman un camino diferente. Ambas personas se pierden entre las calles de tierra y los ladridos de los perros. Ambos seres se buscan pero con el menor esfuerzo. Ambos se detiene a pensarse. Se dan la vuleta y regresan a las orillas de sus camas a ver televisión y extrañar recuerdos olvidados.
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