Domingos de tristeza… empapados de invierno promiscuo. Esperas a alguien pero no sabes a quién.
Esperas que venga pero nunca va a llegar.
Te preguntas si sabe de vos, y la respuesta es NO.
Te querés imaginar su vida pero su cotidianeidad es todo un misterio, incluso para los que lo conocen.
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